miércoles, 5 de diciembre de 2012

Un año de Rajoy: Elecciones del 20-N

Todo empezó un año antes, cuando el 28 de julio de 2011 cuando el socialista Jose Luis Rodríguez Zapatero, por entonces Presidente del Gobierno de España, anunció el adelantamiento de las elecciones, como veremos en el siguiente video.


Hasta entonces el desgaste que había sufrido el PSOE, debido a las medidas adoptadas tras el estallido de la crisis económica fue muy grande. Por ello, el nuevo candidato a la presidencia de ese partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, y sobretodo por haber sido hasta entonces Vicepresidente Primero del gobierno y Ministro del Interior, contaba con una seria desventaja respecto a casi cualquier candidato que pudieran presentar desde el, en aquellos momentos, principal partido de la oposición. El Partido Popular mantuvo a Mariano Rajoy, que ya había perdido anteriormente dos comicios, pese a lo que siguió como cabeza de lista de su partido.

Llegado el día, el 20 de noviembre, los ciudadanos votaron y, con una participación dos puntos por debajo de la de las elecciones de 2008, de 73.85% bajó a 71.69% en el Congreso, dieron el Gobierno a Mariano Rajoy, que se presentaba por el PP. La ciudadanía dejaba un claro mensaje de castigo a un PSOE que, en tres años, perdió más de cuatro millones de votos. Cabe destacar que, pese a la enorme huída de votos socialistas, el PP ganó tan solo 600.000 votantes, logrando una de las mayorías absolutas más baratas de la historia electoral de España.


La lectura que se puede sacar de estos resultados es de cansancio hacia la clase política. Los votantes del PSOE están desencantados con las políticas llevadas a cabo durante los últimos tres años, desde el estallido de la crisis, sin embargo no ven en el PP una alternativa sino un continuismo, por lo que o se abstienen o buscan una alternativa de voto fuera del bipartidismo. Esto se puede relacionar con el mensaje de desencanto con el sistema bipartidista que trajo el movimiento 15-M, como muestra nos encontramos el bajón en participación en las elecciones al senado, que si en 2008 fue de un 76.03%, bajó casi 5 puntos, situándose en un 71.17% en las últimas elecciones. 

Con estos resultados volvió el debate sobre la Ley Electoral que, para favorecer la gobernabilidad del país sobrerrepresenta a los partidos autonómicos y, especialmente a los dos partidos grandes, mientras subrepresenta a las fuerzas políticas con votos a nivel nacional que no son PSOE o PP. 
Como muestra el coste del escaño según partidos:
Así es como fueron las elecciones que llevaron a Mariano Rajoy al poder, con una mayoría absoluta que, a priori, podía dar a España la estabilidad necesaria para afrontar la crisis económica de forma menos dolorosa gracias a la enorme capacidad de decisión de la que dotaba al nuevo ejecutivo. Y así es como Rajoy lo celebró aquella noche:



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